James Rodríguez, como el buen café de Colombia

Lo saboreas, lo disfrutas y te deja muy buen sabor de boca. Ese regusto queda tras ver a James Rodríguez jugar con el Real Madrid. El chico de los 80 millones ha resultado ser sublime desde el momento que llegó al equipo blanco. Adaptación rápida, con cambio de posición incluido. Cuestión de actitud. Que se lo pregunten a los jugadores del Rayo Vallecano anoche. Menos mal que su fichaje era puro marketing.

James Rodríguez se ha convertido en un futbolista fundamental para Carlo Ancelotti. (Foto: Realmadrid.com).

Aterrizó en el Santiago Bernabéu como un mediapunta puramente ofensivo. Sólo unos pocos partidos necesitó para adaptarse. Jugó cerca del área, lejos, por el centro, por la banda. En cualquier lado ha superado el examen con notable alto y sobresaliente. Tan capaz de trabajar por delante de la defensa como de rematar un centro en posición de 9 (pese al famoso 4-4-2).

Me impresiona su versatilidad tanto con balón como sin él. Es cierto que sufre sin espacios en la salida del balón del Madrid, como se vio en la primera parte en Vallecas. Pero en cuanto se abren los espacios... átense los machos. Su calidad y su visión de juego, junto con la velocidad de Cristiano Ronaldo y Bale y los movimientos de Benzema, le permiten dar aún más rapidez a las contras madridistas. Balón por el suelo (como en la jugada del no penalti a CR7) o por alto (como en El Madrigal en la primera vuelta a Karim).

Con recursos para cada situación

Pero no sólo en la verticalidad está su virtud. Si el equipo rival está cerrado, te regala un último pase de genio (como el giro de tobillo del pasado domingo ante el Granada) o un disparo desde la frontal (como en tantas ocasiones). ¡Ey! Que no he terminado. James Rodríguez derrocha tanto gol que es capaz de sorprender y aparecer en la posición de delantero centro en momentos determinados (como contra el Sevilla o la Real Sociedad).

James Rodríguez, indispensable en el ataque blanco. (Foto: @jamesrodriguez)

Esta polivalencia con y sin balón -insisto- le convierten en un futbolista indispensable para Carlo Ancelotti. Además, tiene la suerte de resultar compatible con cualquier jugador de esos siete magníficos con los que cuenta el italiano desde Kroos a Benzema. Sí, Isco y Bale incluidos en el mismo tiempo.

Con James Rodríguez (y si el jugador quiere y las lesiones lo permite), el Real Madrid tiene 10 para rato. ¡Si es que lleva 13 goles y 12 asistencias en su primer año! Y eso que ha sido baja dos meses por lesión. Ya seas del Madrid, del Barcelona, del Atlético, del Betis, del Moscardó o del Yokohama Marinos tienes que disfrutar con el centrocampista (salvo cuando es tu contricante). Es excelso, como el buen café de Colombia. Saboread su fútbol.