Por una sede fija para la final de la Copa del Rey

En el mundo del fútbol español hay dos debates insustituibles a lo largo de un año. Uno es el del Balón de Oro, que si Messi o Cristiano Ronaldo. El otro es el de la sede para la final de la Copa del Rey. En este último, además, se produce una mezcolanza de razones que deja a España un tanto en ridículo. Porque la elección del estadio está cargado en no pocas ocasiones de elementos que llevarían al éxito más absoluto a cualquier serie cómica de televisión.

El Bernabéu, objeto de deseo entre culés e independentistas. (Foto: Marc-Flickr)

En esta temporada nos encontramos con el FC Barcelona y el Athletic Club clasificados para la final. Ambos clubes, con sus aficionados incluidos, apuntan al Santiago Bernabéu como escenario ideal. El Real Madrid, por su parte, no cederá el estadio. ¿Os suena? Sí, ya ocurrió en 2012 (Al final, el Vicente Calderón acogió el encuentro). Entonces, Florentino Pérez se negó poniendo como excusa que la fecha de la cita futbolística coincidía con obras en los cuartos de baño del templo merengue. El pretexto puede sonar a coña, pero tiene su lógica. La misma que al mandatario blanco le llevará de nuevo, si le preguntan, a rechazar tal posibilidad el próximo 30 de mayo. Para este año, como coartada están las terrazas de verano y un hipotético partido del Castilla de ascenso.

La última final que se disputó en el Bernabéu siendo el Barcelona finalista aconteció en 1997, ante el Betis. Ganaron los culés y los madridistas, desde sus casas, tuvieron que aguantar la imagen de Joan Gaspart celebrando el título como un loco sobre el césped. Alguno echó de menos los aspersores en marcha. Más graves fueron los destrozos en los aseos que se encuentran en las entrañas del estadio, así como los múltiples mensajes de mal gusto.

Gaspart celebrando en el Bernabéu la Copa de 1997. (Foto: marca.com)

Mientras el culebrón prosigue entre los deseos de unos y la negativa de otro, Mestalla se postula como posible escenario. Así se han ofrecido a la Federación Española de Fútbol (RFEF). En cualquier caso, el fútbol español debería evolucionar, avanzar, y dejarse de escribir capítulos que llaman a la mofa. ¿No sería más fácil imponer una sede fija? Incluso, que un año antes se decida un estadio y se vaya rotando, sin tener en cuenta los finalistas. Y si hay destrozos, que lo paguen los aficionados si son identificados o los clubes. Este sería otro tema para profundizar en él. A este paso, llegará el día en que en la previa de la final no haya estadio definido.

Castigo por silbar el himno de España

Morbo, morbo y morbo. Al final, todo queda en esto. Resulta ya típico cómo el Barça, en este caso, pide jugar en el campo del eterno rival cuando se siente favorito para levantar el título. En esta ocasión se une, como ocurrió en 2012, el sentimiento independentista de parte importante de la afición de ambos clubs. ¿Qué mejor sitio que la capital de España para silbar el himno nacional?

Permitidme la divagación. Pero me resulta curioso cómo muchas de estas personas que no se sienten españoles (y que yo respeto) piden tolerancia con sus ideales políticos pero abuchean unos compases adheridos al patriotismo español de gran parte de la población de este Estado. Coherencia, por favor. Me jugaría un par de cafés a que incluso, alguno de los que abuchea al himno de España luego ve mal cuando en cualquier Mundial la afición de X país pita el himno del país Y.

Vuelvo al sendero para rematar este post. Javier Tebas, presidente de la LFP, ya ha anunciado que trabajará "para intentar que no haya pitos al himno". No quiero entrar en valorar la figura de Tebas. Más que nada porque propongo que se sancione a los clubes si sus aficiones pitan el himno de España. ¿Os parece algo excesivo? Me parece igual de insultante que los cánticos de "Messi, subnormal", "Cristiano, borracho", entre otros muchos. ¡Que yo no abucheo ningún himno, oiga!